Cuando saco una fotografia, la primera intención es la de crear una obra de arte. Crear una estètica, que se pueda sentir una emoción. Siempre, detrás, hay implícitamente un posicionamiento ideológico, moral, social o político.
… y ese retrato es el momento congelado, que alude a lo vivido y que acaba por convertirse en el signo de un instante.
En esta serie se plantea el vínculo entre los que posan antes que su propia identidad: esto marca la dinámica fotográfica y su consecuente resultado.
«El encuentro de un paraguas y una máquina de escribir sobre una mesa de quirófano», frase emblema del surrealismo, da pie al título de esta serie que plantea encuentros comunes de lo visto y lo vivido por el fotógrafo en su azaroso deambular.
Retratos con identidad, lugar y fecha en donde la consciencia de pose y la mirada hablan de la interrelación del retratado, del fotógrafo y del observador anónimo.
Creación compartida con Jordi Cerdà, que evoca una galería imaginaria de retratos de personalidades del mundo de la cultura y del arte. Gelatina de plata 30X40
Aquí la imagen no es un instante sino una quietud: el pararse un momento delante de la cámara con el objetivo de dejar un rastro nebuloso de nuestra presencia.
Retratos que deben entenderse como el primer trabajo por hacerse con un estilo propio en la más pura tradición de la fotografía de autor